Como elegir una carrera universitaria

La vida del estudiante no es fácil, sobre todo cuando llega el final de la escuela y nos encontramos frente a una dura realidad: ¿Continúo con estudios universitarios? ¿Que voy a estudiar? ¿Podre trabajar y estudiar al mismo tiempo? ¿Podre conseguir alguna beca? Este es un momento bisagra para nuestras vidas: gran parte del éxito o el fracaso de nuestro futuro se juega en la correcta respuesta a esta preguntas. Un error aqui, y todo se complicará.

Esto que le decimos no es para inflingirle temor o desánimo, sino para motivarlos a pensar bien lo que quieren hacer. Una buena decisión implica que las posibilidades de ser un profesional exitoso crecen exponencialmente. En esta decisión deben considerarse varios factores, entre ellos, los intereses, las capacidades que cada uno tiene, la vocación y las perspectivas de desarrollo profesional que ofrece una determinada carrera al insertarse en el mundo laboral.

Los expertos en orientación recomiendan profundizar el proceso de elección vocacional, y no sólo quedarse con lo que los colegios recomiendan en esa materia. En definitiva, qué se quiere estudiar es un tema que se debiera reflexionar durante toda la enseñanza media, no es recomendable pensarlo a última hora. Tomar una buena decisión requiere de un proceso de autoanálisis e información que no muchos saben hacer, por lo que es fácil caer en la lógica del que es bueno para la matemática, debería estudiar ingeniería; si escribe bien, entonces periodismo. Por eso, si debes elegir una carrera ten en cuenta estos consejos.

Consejos para elegir la mejor carrera para uno

Podemos resumir que existen cinco pasos para seguir tu vocación, a saber:

  1. Lo primero es preguntarte qué es lo que te interesa aprender y con qué actividades disfrutas más. Por ejemplo, me gusta hacer deporte, la vida social, ayudar a otros, organizar, vender por internet, los niños, la mente humana, saber cómo funciona un auto, etc.
  2. Luego hay que preguntarse con qué profesiones se relacionan las actividades que te gustan. Tus intereses pueden ser incluidos en más de una profesión, por lo que será necesario priorizar y ver que intereses han predominado a lo largo de tu desarrollo personal.
  3. Una vez hecho esto, debes definir el objeto de estudio de las profesiones que te interesan, pensando en la actividad concreta que realizarías en el futuro. Por ejemplo, trabajar con el cuerpo humano (ciencias médicas), con animales (medicina veterinaria), con plantas y árboles (ciencias agropecuarias y forestales), con niños (ciencias pedagógicas), etc.
  4. También es importante definir la acción que quieres realizar con ese objeto de estudio. Investigar, vender, construir, explorar, entretener, crear, defender, servir, elaborar, entender, producir, administrar… El verbo ayuda a definir lo que uno quiere hacer con una profesión.
  5. Es muy importante informarse sobre el contenido y malla curricular de las carreras para ver si son lo que imaginas, y sobre sus perspectivas laborales (empleabilidad e ingresos promedio).

Las Perspectivas laborales, clave en el futuro

Un tema no menor es la salida laboral que tendrá la carrera que finalmente habremos elegido. Al margen del desarrollo de una vocación, es importante saber que la Educación Superior y Universitaria es una gran palanca de movilidad social que puede mejorar las perspectivas de desarrollo de los jóvenes, tanto a nivel personal como profesional y en términos de ingresos.

En ese sentido, se sabe que los alumnos con más años de formación tienen un salto en sus ingresos. Un informe del Centro de Estudios del Ministerio de Educación muestra que:

  • Los jóvenes que estudian una carrera universitaria (5 a 6 años) ganan entre 2 y 3,5 veces más que aquellos que solo terminan la Enseñanza Media.
  • Quienes se titulan de una carrera técnica de nivel superior (2 años) ganan 1/3 más que aquellos que no estudian.
  • Los que estudian una carrera en un Instituto Profesional (4 años) ganan el doble de los que sólo terminan el colegio.

 

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